Puede que caminando por la calle veas mi cara en el rostro de cada persona con la que tropiesas y, mientras te disculpas, reconoces que pensaste que era yo.
Puede que te hayas convertido en catador de olores e imagines qué tan dulce, amargo o fuerte puede ser el mío, para que, mientras andas por ahí intentando recrearme, huelas cualquier cosa y tu mente juega contigo y te hace pensar que soy yo.
Puede que mi nombre se haya vuelto un homónimo y reacciones ante el más mínimo ruido que te suene familiar, poque no puedes evitar pensar que alguien llama desesperadamente a quien piensas que soy yo.
Puede que yo me haya transformado en la protagonista de tus sueños, de tus pesadillas, aunque sabes que tu vida no sería la misma sin cada una de las pequeñas cosas con las que vives a diario pensando que soy yo.
Puede que seas solo miedo y a pesar de verme en cada parte de tu vida, de sentirme en cada segundo de tu existencia, no puedas pensar en mi, contigo.
Pero puede que no seas solo tú y que también sea yo.
Y finalmente puede que no tengas cómo escapar de la pesadilla divina de tenerme a cinco centímetros de tu boca, entre la respiración amenazante y el aire que se corta porque sabes que soy yo.
2 comentarios:
Dios... esta es una de las cosas mas bellas que he leido... ¡felicitaciones Mariss!
Luisa xD
Luisa, no sabía que habías comentado mi nota!! Sorry por tardar tanto en responder!!!
Gracias por lerrme... por gente como tú es que sigo teniendo este blog... este espacio!!
Un besote!!
Publicar un comentario