Corazón partido en dos

Tengo el corazón en pedazos. Me duele y no sé como reconstruirlo, pegarlo, hacerlo uno de nuevo. No está así por la desdicha de un desamor ni por el amargo sabor de una traición descarada. Mi corazón está partido, dividido en grandes mitades que se desangran día a día por la desesperación de no saber cuál de las dos debe latir. Y muero lentamente.
Es lo incierto de un futuro que se espera; es lo triste de un pasado que no está y un presente al que me aferro cada día; es lo martirizante de un corazón que dispara amor a dos blancos.
Necesito suturar la herida de esta piedra roja y buscar en un nuevo amor la cicatrización perfecta: sin secuelas, sin infecciones, sin efectos secundarios y sin intenciones de hacer una nueva.
Mi corazón está partido, literalmente quebrado y con la esperanza de que aprender a sobrevivir así no sea la solución. No se puede vagar por el mundo soportando la cruz de de sangre y amor que se forma con su recuerdo, tus ganas y yo.
Quiero sentir el amor que no divide, el amor que no se comparte, el cariño que llega inhundando de pasión y dulzura el cuerpo que no quiere vivir más.
Hace falta un sueño grande, una ilusión fuerte que borre las cenizas de un ayer dudoso con futuros inciertos que dejaron miedos regados el camino que hace falta reconstruir.

Mi realidad

Mis fantasías, mis sueños, mis dramas y mi mente: todo está aquí.
Ofrezco mi cordial bienvenida a este espacio que no es más que una servilleta virtual, donde plasmo mis emociones cada vez que tengo la necesidad de estallar.