¿Es fácil olvidar?

¿Ves que no era tan dificil olvidar? ¿Qué son unas cuantas noches aferrada a una almohada sin parar de llorar? ¿Qué tan malo puede ser convertirse en un triste dependiente a los recuerdos de un ayer que no pretende regresar? No creo que signifiquen mucho un compendio de ilusiones lanzadas al vacío del olvido. Y cada foto parece una impresión de tu terca memoria.
Aquella noche se acostó en su solitaria cama teniéndote presente, esperándote impacientemente como el minuto que espera al último segundo para poder existir. El sol chocó contra su piel y ya tú no estabas en su mente. ¿Habrá sido el sol quien se llevó tu recuerdo? Y tú, esperaste algún vestigio de recuerdo... una migaja del pasado.... pero nunca pasó.
¿Será una receta, una fórmula mágica que borra desilusiones y desmemoriza la razón? ¿Qué habrá pasado aquella noche?
Y tu mente lucha contra los recurrentes ataques de tu imaginación. Esa imaginación cruel, despiadada que no tiene compasión y expulsa veneno y mentiras...¿o serán verdades?... Sean realidades o fantasías, duele.. duele el corazón. Pero, si él ya encerró todo en el bahúl, ¿por qué duele el corazón?....
"¿Ves que no es tan dificil olvidar?"... Claro, no lo es. Pero, ¿quién olvida?... ¿Será capaz aquella ráfaga de sol de hacer olvidar al corazón?

Operaciones oftalmológicas: solución a los problemas del corazón

“Ojos que no ven, corazón que no siente”. ¿Qué tan cierto puede llegar a ser este refrán?
Es común contestar nuestro teléfono y escuchar el relato histérico de alguna amiga desesperada que acaba de comenzar a “sufrir” una profunda crisis emocional a causa de la indiferencia y las pocas demostraciones de afecto por parte de su novio, pareja, “resuelve” o como le quieran llamar. Interesante acontecimiento, pues resulta que mientras tu hermana se queja porque se encuentra sola y sin su media naranja, tu amiga llora descontroladamente porque su novio tardó 25 minutos en enviarle una respuesta a su mensaje de texto, el cual parecería de vital importancia, a pesar de que sólo decía “¿Qué haces? Te quiero, gordo”. Por otra parte, está tu compañera de oficina, quién encontró a su “otra mitad” gracias a una sala de Chat dedicada a los fanáticos de la “Coca cola Light”. Esta chica pasa horas enteras sentada frente a su computador esperando que se “conecte” el chico de Inglaterra con quien se comunica desde hace un mes, gracias a los dos inventos que han impulsado la globalización: el Internet y el teléfono. Tu compañera de trabajo llega todas las mañanas con una sonrisa radiante a la oficina, y su humor es considerablemente envidiable.
Ahora, pongamos estas dos situaciones en una balanza. La chica de la oficina está tan sola como tu hermana, pero con una importante diferencia que es representada por un extraño sentimiento que ha provocado el chico británico en ella. Si bien sus domingos no están dedicados a ir al cine con su novio, su corazón se encuentra en ese estado sumamente peligroso y ocasionalmente perjudicial, comúnmente conocido como “amor”. Y mientras tu amiga llora por no recibir un básico mensaje de texto, la chica de la oficina sonríe al ver aparecer en su pantalla la frase “Christopher está conectado”. Los ojos de la chica de la oficina están ciegos; su mirada no posee el alcance suficiente como para llegar a Inglaterra y ver a la persona que le alegra los días. Pero éste no es motivo suficiente como para que ella se “sienta” sola. Si fuera cierta la tesis de que un par de ojos ciegos evitan que un corazón sea capaz de sentir, seguramente la chica de la oficina estaría sentada en un sillón de algún consultorio psiquiátrico por padecer de alucinaciones severas.
En fin, gracias a tener la “dicha” de haber nacido en la era tecnológica, tenemos la capacidad de “operar la vista” y lograr que florezcan los más sinceros sentimientos.

Mi realidad

Mis fantasías, mis sueños, mis dramas y mi mente: todo está aquí.
Ofrezco mi cordial bienvenida a este espacio que no es más que una servilleta virtual, donde plasmo mis emociones cada vez que tengo la necesidad de estallar.