La noche está fría. Puñales derretidos caen del cielo para decirme que no estás, que tu ausencia es mi compañía, que el destino, el implacable destino, jugó con nuestros caminos y los dejó separados...tan separados que no sabemos si volverán a unirse.
Dame un momento...un segundo... un instante para hacer posible lo imposible; para hacer dulce lo amargo; para hacer mil sueños realidad. Véndeme una tarde de risas, besos y tú... Y llevarte al lugar donde te enseñaré a jugarte la vida por amor... a arriesgarlo todo por el latir de dos corazones unidos. Déjate amar. Deja que sea tu alma quien guie tus pasos en el camino a la felicidad..Y no busques más, mírame, aquí estoy... y siempre estaré para ti, para mi, para los dos.
No es el fin... mientras respires, mientras vivas, te amaré... y quizás me amarás. No dejes que tus labios emitan sonido alguno... que sea la ausencia de tu voz quien hable con el lenguaje de tus besos...
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